La Atalanta no lo consiguió: los lombardos fueron derrotados en la vuelta por un Brujas tremendamente serio y capaz de ganar 1-3 para volar a octavos en lugar del equipo italiano.
Un primer tiempo increíble
Tras la burla del partido de ida, con el penalti pitado en contra en el final que les costó la derrota, la Atalanta esperaba remontar ante su afición.
Pero la primera parte en el Gewiss se convirtió en una pesadilla mucho peor que la vivida hace una semana en Bélgica. Empezando por el minuto tres, cuando los invitados se adelantaron inesperadamente con el primer tiro a puerta de Chemsdine Talbi, que se escabulló de la desprevenida defensa local en una reanudación.

La Dea, que ya había sacado varios saques de esquina antes del gol, siguió empujando sin pensar en la desventaja y encontró el empate en el minuto 16 por mediación de Mateo Retegui, pero el delantero italo-argentino estaba en fuera de juego y el árbitro lo anuló.
El Brujas jugó con una autoridad envidiable para un equipo "pequeño", además atiborrado de jóvenes promesas, y al segundo intento concreto hacia la portería defendida por Marco Carnesecchi encontró el doblete de forma surrealista de nuevo con Chemsdine Talbi y aprovechando de nuevo el error en la colocación de la zaga orbanesa.
Pero aún no había terminado, porque en el final, tras el generoso esfuerzo del equipo nerazzurro, el equipo visitante volvió a golpear antes del descanso con el bólido de Ferran Jutglà, pocos segundos después de una clamorosa doble ocasión de Davide Zappacosta (poste) y Juan Cuadrado (parada en la línea).
Lookman ilusiona a Bérgamo
La segunda parte arrancó de la mejor manera posible para los italianos, con un gol del recién ingresado Ademola Lookman a los 40 segundos.
La Dea tomó confianza y asedió la meta defendida por Simon Mignolet, quien, sin embargo, obró el milagro en el minuto 61 al detener un penalti mal lanzado por el mismo jugador nigeriano, concedido tras una larga consulta del VAR.
El equipo lombardo insistió y generó otras ocasiones más o menos incisivas, aplastando a los invitados en su propio campo y obligándoles a pasar toda la segunda parte en las trincheras.
Pero el paso de los minutos favoreció a los visitantes, que se mantuvieron en cabeza con un global de 5-2 hasta el pitido final sin que la Atalanta pudiera remontar, abandonando así la competición con mucho pesar.
Antes del pitido final hubo lugar a una roja para Rafael Toloi, enervado por Maxime De Cuyper y víctima de una fea reacción en su contra.

Jugador Flashscore del partido: Mignolet (Brujas).