El City se encuentra en territorio desconocido, inmerso en una mala racha de seis partidos, después de llegar al Etihad Stadium para el encuentro del martes tras encadenar cinco derrotas consecutivas, incluido un 4-0 ante el Tottenham Hotspur el pasado fin de semana.
El Feyenoord marcó tres goles en 15 minutos, y lo que podría haber sido una inyección de confianza para el City se convirtió en cualquier cosa menos eso.
"No era necesario decirles nada (a los jugadores), lo saben perfectamente", dijo Guardiola. "Es lo que es, difícil de digerir ahora. Regalamos sobre todo el primero y después no somos lo suficientemente estables".
Un doblete de Erling Haaland y un gol de Ilkay Gundogan animaron a los aficionados locales antes de que Anis Hadj Moussa recortara distancias para el Feyenoord en el minuto 75 al aprovechar un terrible pase atrás de su defensa croata Josko Gvardiol.
Otro mal pase del jugador de 22 años sirvió para que Santiago Giménez hiciera el 3-2 siete minutos más tarde, antes de que David Hancko empatara para el conjunto holandés en el minuto 89.
"Es muy joven, ya aprenderá", dijo Guardiola sobre Gvardiol, que parecía angustiado tras el segundo gol del Feyenoord. ... Estaría muy equivocado si le señalara cosas concretas. Es un jugador fantástico, un chico fantástico y más que nunca hay que ayudarle".
Al final del partido, el público abucheó al City, que cayó al 15º puesto de la tabla de 36 equipos con ocho puntos, a dos de los ocho primeros, que se clasifican automáticamente para octavos, y los 16 siguientes entrarán en una eliminatoria a doble partido para intentar unirse a ellos.
"Vienen aquí no para recordar los éxitos del pasado, sino para ver ganar al equipo", dijo Guardiola sobre los conmocionados seguidores del City. "Por supuesto, tienen todo el derecho a expresar lo que sienten. Por supuesto que (están) decepcionados".
El entrenador del Feyenoord, Brian Priske, estaba radiante de orgullo después de que su equipo se convirtiera en el primero en la historia de la Liga de Campeones en empatar después de ir perdiendo por tres goles hasta el minuto 75.
"Me encanta la palabra resiliencia, y eso es lo que tienen estos chicos", afirmó.
El equipo de Guardiola se enfrenta ahora a una de sus pruebas más duras de la temporada, cuando visite el domingo al Liverpool, líder de la Premier League. Una derrota dejaría al City a 11 puntos de los Reds.
A la pregunta de si podía levantar a sus jugadores para un reto de enormes proporciones, Guardiola respondió: "Tenemos que hacerlo, tenemos que hacerlo. Es mi trabajo".
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