Casi siete años llevaba el Manchester City sin perder un partido de la Liga de Campeones en su estadio en el tiempo reglamentario. Concretamente, desde el 19 de septiembre de 2018, durante la apertura de la fase de grupos del curso 2018/19, contra el Olympique de Lyon.
Entonces, los hombres dirigidos por Pep Guardiola cayeron 1-2. Los goles galos los convirtieron Cornet y un viejo conocido de LaLiga española, Nabil Fekir, en la primera parte. En la segunda parte, Bernardo Silva recortó distancias, pero no fue suficiente.
2.337 días más tarde, el cuadro sky-blue, volvió a conocer la derrota en el Etihad Stadium (sin contar prórrogas ni tandas de penaltis). Cortó la brillante racha triunfal su ya clásico rival europeo, el Real Madrid, que remontó en la prolongación del acto final para llevarse en el bolsillo un valiosísimo 2-3 de cara a la vuelta de los Playoffs del próximo miércoles 19 de febrero en el Santiago Bernabéu.
Curiosamente, los dos acontecimientos, la gesta lionesa y la victoria madridista, contaron con un paralelismo algo rocambolesco. Tiene que ver con Ferland Mendy y el color de las equipaciones utilizado por los visitantes en ambos compromisos.
Tanto en la cita de septiembre de 2018 como en la noche del 11 de febrero de 2025, el lateral zurdo natural de Meulan-en-Yvelines (afueras de París) fue titular. Además, el Lyon y los hombres dirigidos por Carlo Ancelotti vistieron completamente de naranja.
Un Mendy diferente
Si bien es cierto que el presente curso no está siendo, ni de lejos, el mejor de Mendy desde que llegó al Real Madrid en el verano de 2019, su desempeño en Manchester resultó bastante decente. Según datos de Opta, el internacional galo ganó el 50% de sus duelos (1 de 2), recuperó un balón y disputó los 90 minutos. Incluso se prodigó en ataque, disfrutando de una ocasión clara que a punto estuvo de significar el 0-1.
Mucho más destacadas fueron las cifras del '23' ('22' en 2018) cuando visitó el Etihad con el Lyon. Se erigió como un auténtico muro ganando cinco de sus nueve duelos (55,6%), arrebató cinco esféricos a los cityzens, se adjudicó el 100% de las disputas aéreas en las que intervino y tuvo éxito en todas las entradas realizadas (2 de 2).