"Es sin duda el partido más complicado. El partido de Lille (el viernes en liga) ya fue complicado porque teníamos seis jugadores lesionados. Ahora tenemos siete jugadores que no pueden jugar, con Ludovic Ajorque sancionado. Así que es cierto que para un club como el nuestro, con nuestra plantilla, es realmente complicado", lamentó el técnico.
Acostumbrado a anticipar las sustituciones que piensa hacer incluso antes del saque inicial, Roy tendrá que improvisar una vez más.
"Puedes planificar las cosas cuando tienes soluciones y visibilidad sobre tu plantilla. Hoy no las tengo. Vivimos el día a día, iba a decir casi hora a hora", declaró.
El Brest, especialmente débil en defensa, tiene motivos para temer a los neerlandeses, ya que son el equipo más goleador de Europa.
"Son un equipo muy bueno y con mucha confianza. Es un equipo que domina su liga (...) Sabemos que es un equipo muy fuerte, con mucha calidad en el centro del campo y en la delantera", afirmó Roy.
"Será interesante ver si somos capaces de encontrar las claves entre un equipo que ha tenido problemas defensivos últimamente y otro que es muy fuerte en ataque", prosiguió.
Para él, el PSV es un adversario "del mismo calibre que el Leverkusen", con el que el Brest logró empatar (1-1) a finales de octubre, un resultado por el que los franceses sin duda firmarían de inmediato.
Con todas las ausencias, "tenemos un poco menos de confianza en el partido de mañana, pero sigo contando con el espíritu de mis jugadores, con el grupo, con esta fuerza y esta cohesión para poder frenar a este equipo del PSV", prosigue Roy.
"Y cuando digo frenarles, no me refiero sólo a defender bien, sino también a ser capaces de atacar, de causarles problemas, de obligarles quizás a defender más de lo que están acostumbrados, sobre todo en su liga, donde dominan ampliamente", añadió.