No hace falta ser un experto en fútbol para ver que la temporada 2024-2025 se presenta complicada para el Real Madrid. Y como suele ocurrir en este club, cuando la bestia está herida, salen las hienas, ya sea en los medios de comunicación o entre los aficionados. Desde hace varias semanas se ha iniciado una caza de brujas para averiguar quién es el culpable de este bajón deportivo. Carlo Ancelotti, Kylian Mbappé, Vinicius Jr. y Florentino Pérez, nadie se ha librado, pero no todos tienen la misma opinión. Porque si algo es sintomático de la Casa Blanca es su capacidad para crear facciones dentro de su propio ecosistema en tiempos de 'crisis'.
Y sí, nos cuidamos de entrecomillar la palabra 'crisis', porque el Real Madrid, en el momento de escribir estas líneas, aún puede aspirar milagrosamente a aferrarse a la Liga y, por qué no, a jugar una mala pasada en la Liga de Campeones y en la Copa del Rey. Sin embargo, el equipo parece haber tocado techo futbolístico. Tras haber jugado ya 50 partidos desde el inicio de la temporada -y sólo estamos a principios de abril-, el equipo está quemado. Y eso se debe al calendario, a las lesiones, a la mala gestión del entrenador, a una marcha crucial como la de Toni Kroos, a la adaptación a su nueva estrella Mbappé y a las (no) decisiones tomadas en el último mercato por sus dirigentes.
A pesar de perder su fútbol, el vestuario cree en sus posibilidades
A modo de comparación, el Arsenal, rival de los merengues en esta jornada, ha disputado 47 partidos, tres menos. Junto con el Barça (47), elAtlético (46), el PSG (46),el Inter (46) y el Bayern (43), por citar sólo algunos, el Real Madrid encabeza la lista de equipos con más partidos disputados hasta la fecha. Con casi tres semanas más de competición que sus rivales, los españoles tienen que afrontar este sprint final en unas condiciones que son de todo menos óptimas. El cansancio, que se nota nada más ver jugar al Madrid contra la Real Sociedad (4-4) o el Valencia (1-2), está haciendo mella en el fútbol del equipo: el Real parece haber perdido ese plus de alma que tanto le caracteriza, porque es incapaz de aguantar 90 minutos a alta intensidad.
El futuro del Real Madrid pende de un hilo, como demostraron los octavos de vuelta y la tanda de penaltis en el Air Metropolitano de Riad. Y, sin embargo, a pesar del cansancio y de que muchos de los jugadores del equipo terminan cada partido de rodillas, la fe sigue ahí. Un jugador crucial, Fede Valverde, terminó el partido contra el Valencia en un estado de agotamiento extremo, mientras que no se esperaba que Jude Bellingham jugara todo el encuentro. El panorama cambió inevitablemente los planes del técnico italiano sobre la marcha.
Sin embargo, rendirse no es una opción para los jugadores, que intentarán aprovechar hasta el final cualquier resquicio abierto. Saben que el partido en el Emirates no será nada fácil, dado el nivel del rival y las cualidades que pueden matar al Real Madrid, sobre todo a balón parado. Pero creen en sus posibilidades y piensan que es posible salir del Emirates el martes por la noche con un resultado positivo.
"Mientras estemos vivos, todo es posible". Eso es lo que repiten extraoficialmente varios jugadores del vestuario desde hace varias semanas, y eso es lo que caracteriza a este Real Madrid irracional . Una cosa es cierta: la historia siempre hablará en favor de los merengues. Puede que no hayan hecho una temporada magistral, pero sus opciones de Liga de Campeones siempre estarán ahí. ¿Quién pensaba que este equipo ganaría la Liga de Campeones en la temporada 2021-2022? Quién creía en ellos durante la última temporada de la primera etapa de Zinedine Zidane al frente del equipo, en 2017-2018, cuando estaban totalmente desahuciados en la Liga? ¿Quién esperaba que ganaran la Liga de Campeones en 1999-2000 cuando acabaron quintos en la liga española? Nadie. Y sin embargo, al final, fue el Real Madrid quien ganó. Sentémonos, observemos, esperemos y veamos.