En el primer asalto, esta tarde en Roudourou, los bretones estaban decididos a llegar hasta el final con vida, pero el PSG era el lógico favorito.
Desde el principio, los parisinos intentaron hacer honor a su condición de favoritos irrumpiendo rápidamente en el campo del Brest. Como de costumbre, el PSG confiscó el balón, pero las ocasiones claras tardaron en llegar. Gianluigi Donnarumma incluso tuvo un susto cuando su despeje fue recogido por Ludovic Ajorque, aunque no tuvo suerte en el remate. El Brest se reagrupó bien e impidió al París desarrollar su juego.
No obstante, el PSG intensificó la presión, y tras una gran ocasión de João Neves, que provocó una segunda jugada, Ousmane Dembélé hizo de las suyas y encontró la mano de Pierre-Lees Melou. Vitinha regaló a los locales un primer tanto desde los 11 metros.
Fue suficiente para que un escalofrío recorriera el Roudourou. El PSG había hecho lo más difícil y quería aumentar ka ventaja lo antes posible. Dembélé desperdició su primera ocasión del partido tras una magnífica asistencia de Vitinha. El dique de contención del Brest empezaba a hacer aguas, pero en la tormenta Abdallah Sima se las arregló para dar esquinazo a la defensa, sólo para ver cómo Willian Pacho salvaba la situación antes de estrellar su cabezazo contra el poste de Donnarumma en el siguiente saque de esquina.
Poco después Bradley Barcola lamía el poste ante un Bizot batido. El partido empezó a animarse, y Achraf Hakimi estuvo a punto de batir al portero con un pase de vuelta poco ortodoxo. Ousmane Dembélé superó la pasividad de la defensa, batió a Bizot y sentenció el partido justo antes del descanso (0-2).
Sin embargo, el Brest regresó con las mejores intenciones y enseguida ejerció una enorme presión. Donnarumma tuvo que emplearse a fondo para parar a Kenny Lala. Pero poco después, Barcola se coló entre la defensa y Désiré Doué marcó el gol de la victoria. Al menos eso creímos, porque el VAR salvó el suspense justo antes de que Dembélé no pudiera aprovechar un error culpable de una defensa fuera de sitio.
Había un atisbo de complacencia en las filas parisinas. Era demasiado fácil, por lo que los pases eran menos seguros, y Barcola aprovechó al máximo su mano a mano con Bizot. Pero el partido se acabó cuando Ousmane Dembélé batió a la apática defensa para enterrar definitivamente las esperanzas del Brest.
El Brest realizó entonces un último esfuerzo, con un fuerte disparo de Mahdi Camara que atajó bien Donnarumma. Luis Enrique recurrió entonces a su banquillo, misión cumplida. El PSG aflojó entonces, el Brest empezó a soñar con no acabar con las manos vacías, un centro de Brendan Chardonnet no encontró portería, y el final del partido transcurrió plácidamente, con un disparo de Vitinha que estuvo a punto de echar sal a la herida, en la única acción reseñable de los últimos 10 minutos, pese al evidente deseo de los bretones de salvar su honor.
Así pues, el PSG se impuso por 0-3, un resultado y un marcador que no podían ser más lógicos. El París fue superior y se tomó el partido en serio, como demuestra el resultado. Sólo queda rematar la faena el próximo miércoles en el Parque de los Príncipes, donde
se pondrá fin a la sensacional primera campaña en la Liga de Campeones de la historia del Brest.
Flashscore hombre del partido: Ousmane Dembélé