El primer derbi madrileño de los octavos de final de la Liga de Campeones ha tenido ritmo, llegadas y goles. Puntualmente, golazos. Desde el 1-0 de Rodrygo en el 4', que le come la espalda a Javi Galán, recorta hacia adentro y envía un disparo ajustado hacia la escuadra hasta el 2-1 de Brahim en la segunda parte pasando por la genialidad que se inventó Julián en el 35' para vencer a Courtois con un remate cruzado tras dejar en el suelo a Camavinga y engañar a Valverde.
El Madrid ha salido mejor. La primera que ha tenido la ha mandado a guardar. Rodrygo, otra vez, vuelve a ser el MVP de una noche de Champions. El brasileño está para las grandes citas. En especial si se juega contra el Manchester City, uno de sus rivales favoritos a nivel indivudal. Javi Galán lo ha sufrido durante todo el encuentro. Tanto así que Simeone, en el segundo tiempo, ha enviado a Nauel a la defensa y ha regresado a Marcos Llorente al mediocampo con tal de evitar más incursiones a parte de las del ex Santos.
El problema para el Atleti es que no sólo Rodrygo ha sido una amenaza constante. Brahim, que no aparecía en los planes de Simeone para el once inicial madridista (como dijo el argentino en la previa), ha creado un golazo con doble regate incluido y ha vencido a Oblak en el 55'.
Mbappé, en cambio, poco ha aparecido en el terreno de juego. Discreto partido del crack francés, que al final ha terminado enfrentándose a una línea de cinco defensores rojiblancos con la entrada de Le Normand en el cierre del encuentro.
Julián, lo más destacado del Atleti
Hablar del derbi es hablar de Julián Álvarez. Vaya temporada la que firma el argentino. El golazo que marcó en el 35', con un disparo con rosca bestial, enloqueció a los aficionados rojiblancos presentes en el Santiago Bernabéu. Cada que Julián prendía la moto la defensa merengue sufría y mucho.
Asencio, incluso, se jugó la expulsión con una de sus habituales idas al suelo que por un segundo le ha salvado de ver una tarjeta.
El Atleti también ha tenido buenos tramos del partido. Se va con un 2-1 que, aunque no es un buen resultado, le permite llegar con vida a una vuelta en la que el Metropolitano definirá el curso de la eliminatoria.