Un nuevo partido sin acción
Luego del triunfo 4-2 ante el Paderborn por la segunda ronda de la Copa de Alemania, Claudio “Diablito” Echeverri no vio minutos y fue nuevamente suplente. Lo llamativo fue que el encuentro tuvo alargue y permitió hasta seis cambios, pero el argentino no fue tenido en cuenta por el entrenador.
Minutos después, publicó una historia en blanco y negro besándose el escudo de River, acompañada de tres emojis: un reloj de arena, un corazón rojo y una flecha con la palabra “back” (atrás, en inglés). La imagen fue interpretada como un guiño al club que lo vio nacer y una muestra de su frustración por la falta de continuidad en Alemania.

Un paso que no despega
El chaqueño llegó al Bayer Leverkusen cedido por el Manchester City con la intención de sumar rodaje y consolidarse en Europa antes de regresar al conjunto inglés. Sin embargo, la realidad fue muy distinta: apenas 127 minutos en seis partidos oficiales.
Su única titularidad fue en la goleada 7-2 sufrida ante el PSG por la Champions League, donde disputó solo el primer tiempo antes de ser reemplazado. En Bundesliga, no juega desde el 21 de septiembre, cuando ingresó quince minutos en el empate frente al Borussia Mönchengladbach.
A este ritmo, la cesión —pensada para impulsarlo— parece haber quedado estancada. Desde Inglaterra ya analizan la posibilidad de interrumpir el préstamo en enero si la situación no cambia, mientras que desde Argentina crecen los rumores de un eventual retorno a River, aunque sea a préstamo.
Su salida del Millonario y la relación con los hinchas
Echeverri no se marchó en los mejores términos de Núñez. A fines de 2023, tras brillar en el Mundial Sub 17 y ganar el Trofeo de Campeones, había declarado que no renovaría su contrato con River, aunque aclaró después que sus palabras fueron malinterpretadas. La dirigencia, para evitar que se fuera libre, cerró su venta al Manchester City por 25 millones de euros, y el jugador partió a mediados del año siguiente.
En el club inglés apenas jugó tres partidos y marcó un golazo de tiro libre ante el Al-Ain en el Mundial de Clubes, antes de ser cedido a Alemania.
¿Y ahora qué?
Con escasas oportunidades bajo el mando de Xabi Alonso y una evidente incomodidad por su rol, el futuro del Diablito parece abierto. Si el Leverkusen no le garantiza minutos, enero podría marcar un nuevo cambio de rumbo: ya sea un regreso anticipado al City o incluso un préstamo a otro destino… con River siempre como ilusión latente para los hinchas millonarios.
 
    