Especialmente con vistas al programa deportivo restante de la última jornada, el sábado ante Hoffenheim, la medida envía una mala señal. "Si el Bayern jugara el sábado contra un equipo sin nada en juego, quizá no importaría, pero el Hoffenheim aún no está salvado", subraya Matthäus.
El campeón del mundo de 1990 también cree que el viaje ha debilitado la posición de Max Eberl, ya que el director deportivo del Bayern de Múnich adoptó una postura clara tras el empate a tres en Leipzig.
"Dijo que los jugadores debían concentrarse en su actividad principal. Pero el equipo está haciendo ahora lo que se le prohibió la semana pasada", escribió Matthäus: "Eberl vuelve a presentar una imagen desafortunada de cara al exterior tras los incidentes de Müller y Sané".

Eberl había defendido previamente su cambio de opinión."La semana pasada aún quedaban muchas decisiones por tomar en la liga que afectaban a nuestros resultados. Ahora la constelación es diferente, así que no nos hemos opuesto al plan de los jugadores de pasar juntos sus dos días y medio de descanso", dijo al ser preguntado por Sky.
Algunos de los jugadores profesionales de Múnich, entre ellos Thomas Müller, el capitán Manuel Neuer y el delantero Harry Kane, volaron a la isla de la fiesta en un jet privado el domingo por la tarde y estuvieron de fiesta en un club nocturno de allí hasta la madrugada del lunes por la noche, según informó el diario Bild. "Sólo nos queda un partido y los jugadores son profesionales, saben de qué va esto", declaró Eberl.