En la mitología egipcia, el faraón era el mediador entre los dioses y el mundo humano. Tras su muerte, un faraón se convertía en divino y transmitía sus poderes sagrados y su posición al nuevo faraón, su hijo.
Traslademos esa imagen al fútbol actual y añadamos una buena dosis de imaginación y nos acercaremos al escenario que se está desarrollando actualmente en Liverpool y Fráncfort, con Mohamed Salah como el Faraón y Omar Marmoush como su posible heredero.
Con el nivel que ha ofrecido Salah desde que llegó procedente de la Roma hace siete años y medio, se ha convertido en una figura casi mítica en Anfield.
En sus últimas siete temporadas en Anfield ha marcado 224 goles, y no hay indicios de que esté bajando el ritmo, aunque a juzgar únicamente por su edad, el delantero de 32 años podría decirse que se acerca al otoño de su carrera.
Teniendo esto en cuenta, no es de extrañar que la directiva del Liverpool esté empezando a explorar las opciones para sustituirle, pero sigue siendo llamativo que un hombre en tan buena forma a seis meses del final de su contrato pueda sentirse más "fuera que dentro".
La historia de los delanteros egipcios
Egipto no tiene necesariamente una larga tradición en la creación de delanteros de gran calidad. Si nos remontamos en la historia, sólo dos, Mohammed Zidan y Ahmed Hassan (también conocido como 'Mido'), tuvieron el calibre necesario para abrirse paso en la escena internacional.
Sin embargo, aunque ambos llegaron con un enorme potencial e hicieron que los ojeadores del FC Midtjylland y el Ajax se fijaran en ellos, acabaron poniendo en peligro sus carreras por falta de disciplina, a pesar de su paso por clubes tan respetados como Roma, Borussia Dortmund y Marsella.
Así las cosas, resulta especialmente interesante que sean dos egipcios quienes estén contribuyendo actualmente a incendiar el fútbol europeo, y la historia resulta aún más espectacular por el hecho de que Marmoush podría acabar siendo con bastante facilidad el sucesor de su famoso compatriota en el Liverpool, a juzgar por los rumores aparecidos en los medios de comunicación ingleses.
Sólo Salah y Marmoush han alcanzado este curso la cifra de dos dígitos en goles y asistencias en las cinco principales ligas europeas. Normalmente, Salah pertenece a una clase propia, pero su compañero de selección se coló en la fiesta justo un día después de que Mo se convirtiera en el primer jugador en registrar al menos 10 goles y 10 asistencias esta temporada.
El ya de por sí potente ataque del Liverpool
Arne Slot tiene a su disposición una nutrida selección de delanteros en plena forma a la hora de elegir el once del Liverpool. Diogo Jota, Luiz Díaz, Darwin Núñez, Cody Gakpo y Federico Chiesa son algunas de las opciones, así que ¿por qué se menciona a Marmoush como posible solución?
Curiosamente, Omar Marmoush no parece ser un sustituto directo de Salah.
Si nos fijamos en su estatura, Marmoush es ligeramente más alto y pesado, mide 1,83 metros y pesa 81 kg, mientras que Salah mide 1,75 metros y pesa 73 kg. Además, Salah es ligeramente más rápido, con una velocidad máxima de 36,64 km/h, mientras que la de Marmoush es de 35,14 km/h.
Sin embargo, es quizás a través de sus posiciones sobre el terreno de juego donde las diferencias entre ambos se hacen aún más evidentes. Salah es utilizado casi exclusivamente como extremo derecho, mientras que Marmoush suele formar pareja de ataque con Hugo Ekitike y tiende a inclinarse hacia el flanco izquierdo del ataque.
En el Liverpool, Díaz y Gakpo ya son los laterales izquierdos, mientras que Núñez y Jota se disputan el puesto de nueve. Si Marmoush tuviera que encajar en una de estas categorías, probablemente sería en la segunda, donde es algo más clínico que Núñez.
Ryan Giggs descubrió a Marmoush
Aunque varios factores podrían indicar que Marmoush podría convertirse en jugador del Liverpool en un futuro próximo, resulta bastante irónico que fuera la leyenda del Manchester United Ryan Giggs quien, según el propio egipcio, se encargó de que el fútbol europeo reconociera las cualidades de Marmoush.
Giggs se fijó en el egipcio durante un torneo sub-17 en Dubái, del que se enteró el asesor alemán y exprofesional de la Bundesliga Thomas Kroth a través de su socio inglés Mike Morris, y recomendó al egipcio al Wolfsburgo.
El club de Volkswagen envió a su ojeador Pierre Littbarski y finalmente fichó al entonces joven Marmoush, de 18 años, que acababa de debutar en la primera división egipcia con el Wadi Degla SC de El Cairo, tras una semana de entrenamiento de prueba.
Sin embargo, el fichaje no fue un éxito inmediato para el egipcio, que incluso se sentó ocasionalmente en el banquillo del segundo equipo del Wolfsburgo en la liga regional alemana. Al mismo tiempo, también hubo problemas disciplinarios que obstaculizaron el camino de Marmoush hacia el primer equipo.
El entrenador del St. Pauli, Timo Schulz, se quejó de su poca disposición a ayudar en defensa cuando Marmoush estaba cedido en el club de Hamburgo, y Nico Kovac lo sustituyó a los 20 minutos en la victoria por 5-1 del Wolfsburgo contra el Bochum en abril del año pasado por el mismo motivo.
Devolución de la confianza en el Eintracht
Marmoush, que marcó de falta directa en la victoria por 3-2 sobre el Stuttgart el 10 de noviembre por tercer partido consecutivo, no había anotado más de 17 goles en sus anteriores temporadas, pero esta campaña ya ha igualado esa cifra.
A pesar de su evidente talento, que le valió en dos ocasiones el premio al Jugador Joven del Mes de la Bundesliga cuando estaba cedido en el Stuttgart por el Wolfsburgo (2021/22), a lo largo de su carrera ha sido utilizado en diversas posiciones.
En Fráncfort, Marmoush ha encontrado su sitio y ha devuelto al club la confianza que depositaron en él (y que sintió que no obtuvo en el Wolfsburgo ni en otros clubes alemanes) como sustituto inmediato de Kolo Muani, que dejó el club por el PSG.
Esto ha aupado al Eintracht de Fráncfort al segundo puesto de la Bundesliga alemana y ha hecho que todo el mundo del fútbol vea a O. Marmoush como el sucesor natural de su famoso compatriota. La pregunta ahora es la siguiente: ¿tiene el nuevo Faraón la forma de seguir los pasos del viejo si se materializa su fichaje?