La NFL tiene historias curiosas para dar y tomar. Una de ellas es la de Teddy Bridgewater (32), que jugó en la mejor liga de fútbol americano del mundo durante 10 años (2014-2024) y tras colgar las botas se puso a entrenar a su equipo del instituto, Miami Northwestern High School.
Su primer año al mando del equipo de su adolescencia no pudo ir mejor, dado que ganó el título estatal de la Asociación Atlética de Escuelas Secundarias de Florida (FHAA) Clase 3A en el 2024.
Sin embargo, todo se torció cuando el mariscal fue acusado de facilitar beneficios no permitidos a sus jugadores, lo que le costó una suspensión que le impide seguir entrenando en la escuela preparatoria. Al parecer, Bridgewater pagó viajes en Uber, comidas prepartido y servicios de recuperación a sus chicos.
En su primer día con los Bucs quiso explicar lo sucedido: "Miami Northwestern está en un barrio peligroso. Pueden pasar cosas cuando los chicos caminan a casa. Solo intentaba protegerlos", expresó. "No puedo cambiar lo que soy", añadió.
"Cuando decidí entrenarles, esos chicos se convirtieron en mis hijos", prosiguió. "Quería protegerlos para que pudieran volver a casa en coche en lugar de dar esos peligrosos paseos", reiteró el veterano de la NFL.
Un buen tipo
Su ahora compañero en Tampa Bay, Lavonte David, que también jugó junto a Bridgewater en Miami Northwestern, salió en su defensa: "Si conoces a Teddy y lo conoces, así es él. Lo hace por amor. Pero es porque es así. Incluso cuando estaba en la liga, seguía aportando al equipo. Simplemente, continuó haciéndolo", comentó.
"Dio la casualidad de que ahora es el entrenador en jefe. Aporta mucho al fútbol americano juvenil y al fútbol americano en el área de Miami. Es una lástima que esté pasando por esto, pero creo que estará bien", sentenció.