Ja'Marr Chase y Tee Higgins seguirán encabezando el cuerpo de receptores de los Cincinnati Bengals durante, al menos, cuatro temporadas más después de prolongar sus respectivos compromisos con el equipo. El primero de ellos, de hecho, se convierte en el no-quarterback mejor pagado de toda la historia de la mejor liga de fútbol americano del mundo.
Tampoco se queda atrás el ex de la Universidad de Clemson, que obtiene el contrato más alto de todos los tiempos para un wide receiver 2. Su acuerdo asciende hasta los 115 millones de dólares (105,3 millones de euros) totales, con las dos primeras campañas garantizadas.
Chase, por su parte, recibirá unas cifras mucho más mareantes en su cuenta bancaria. Su acuerdo llega hasta los 161 millones de dólares (147,5 millones de euros) en cuatro años, con nada menos que 112 kilos (102,6 de euros) asegurados.
La apuesta de los Bengals por estos dos hombres compromete mucho sus cuentas y pagarán, casi con total seguridad, impuesto de lujo por superar el límite salarial de unos 280 millones de dólares (256,5 millones de euros) establecido por la NFL.
Ello se debe a que solo con Chase, Higgins y el quarterback Joe Burrow, la franquicia de Ohio ya tienen ocupada una media de 125 millones de dólares (114,5 de euros) por temporada. Una apuesta clara por buscar el Trofeo Lombardi.