Encabezados por un Andy Reid acompañado de su esposa y engalanado con un precioso traje azul y corbata roja, los vigentes bicampeones de la NFL, los Kansas City Chiefs, tocaron tierra en Nueva Orleans cerca de las 14.30 horas locales.
Justo después del entrenador bajó las escaleras del avión el jugador franquicia de los de Misuri, Patrick Mahomes. Muy relajado y portando unos cascos con los que, aparentemente, escuchaba música, el quarterback vestía completamente de negro, destacando una sudadera en la que destacaba el logo dorado de la Super Bowl LIX.
El último de los líderes del equipo más temible de Estados Unidos se hizo algo más de rogar. Travis Kelce, una de las grandes estrellas del partido del domingo y flamante novio de la cantante Taylor Swift, desembarcó ataviado con una gorra blanca y sudadera amarilla, acompañado de un rictus serio que emanaba máxima concentración.
Junto con ellos llegó el resto de la expedición de los Chiefs, que este fin de semana, en el Caesars Superdome, buscarán el más difícil todavía: convertirse en el primer equipo que levanta el Trofeo Vince Lombardi tres veces seguidas. Sabedores de la dificultad de la empresa, cientos de aficionados les despidieron en su hogar antes de subirse al avión.
En busca de la revancha
Prácticamente a la misma hora que Kansas City tocaron tierra en Nueva Orleans los Philadelphia Eagles. La motivación de la franquicia de Pensilvania para esta última semana de trabajo de la temporada es algo diferente: quieren vengarse de aquellos que les impidieron conquistar la gloria en 2023.
Los campeones de la Conferencia Nacional recibieron una despedida muy especial en el Lincoln Financial Field. Un buen número de hinchas se congregaron a pie de campo para transmitir sus mejores deseos y vibraciones a los hombres que competirán en la Super Bowl LIX por sumar el segundo entorchado del equipo verde.
Como no podía ser de otro modo, una vez que la aeronave que les trasladó hasta Luisiana tocó tierra, los grandes referentes de la plantilla comandaron la llegada. Jalen Hurts, Saquon Barkley, AJ Brown y el entrenador Nick Sirianni alumbraron el camino hacia una semana de muchas emociones.