El público tenía ganas de seguir disfrutando de buen pádel después de una final femenina algo descafeinada, ya que Bea González y Claudia Fernández vencieron sin tener que disputar una manga extra. Gemma Triay y Delfi Brea se vieron muy superadas al principio y, aunque mejoraron sus prestaciones, sucumbieron por 1-6 y 5-7.
En el segundo duelo había muchísimo en juego: más allá del título, los números uno querían recuperar el liderazgo después de naufragar en Milán, en New Giza y en Kuwait. Así pues, el argentino y el madrileño venían de adjudicarse dos torneos de Premier Padel consecutivos -nunca habían sumado tres seguidos- y el Mundial por Parejas.
Los Golden Boys tenían el apoyo de la mayor parte de los ruidosos asistentes, pero ni mucho menos fue ese el factor diferencial para el 6-3; la clave pasó por el dominio total de todos los registros estadísticos en el camino al 11º oro de la temporada. Chingotto y Galán, muy superados.
Un nivel superlativo
Tapia cumplió y rindió como acostumbra, aunque fue un imperial Coello quien se erigió MVP del choque con algunos puntos extraordinarios y fuera de lo común que enloquecieron a unos seguidores totalmente entregados a la causa. Fede, por contra, sumó demasiados errores no forzados y se desesperó por momentos.
Arturo y Agustín, brillantes en sus servicios, no tuvieron la tentación de bajar el listón a lo largo del segundo set. El quiebre que protagonizaron en torno al ecuador, que dio forma a una racha de tres juegos consecutivos a favor, fue clave para certificar el triunfo con el 6-4 definitivo. Los reyes, por tanto, recuperan la corona en la capital de Emiratos Árabes Unidos.
