Una vez más, James Rodríguez (33) se convirtió en un elemento de especulación constante en el mercado de fichajes. El colombiano era noticia desde que aceptó una entrevista con 'Marca'. En ella, habló sobre las decisiones de Iñigo Pérez, entrenador del Rayo, respecto a su continuidad. Sus palabras, aunque no eran tan polémicas como en otras ocasiones, no sentaron nada bien en el equipo madrileño que tras unas semanas de negociaciones logró desvincularle del equipo.
El León de México se quedó con los servicios del centrocampista de 33 años -por una temporada, con opción de extender otra adicional- y le brindó una oportunidad en medio de un presente irregular. James Rodríguez disputó tan solo siete partidos con el Rayo Vallecano, ofreciendo una asistencia. Su rendimiento fue bajo, al igual que los espacios que le proporcionó Iñigo Pérez, un entrenador que sostiene un bloque alto de presión en el que no tenía cabida un jugador como el ex Real Madrid.
Rechazo de ofertas importantes
Rodríguez aterriza en México después de decirle que no al Junior de Barranquilla. El equipo colombiano iba a realizar un esfuerzo económico importante -cerca de 3 millones de dólares en sueldo para el jugador- que el volante ofensivo rechazó asegurando que existía una oferta más fuerte.
En el Junior, sin duda el centrocampista iba a tener continuidad. Era una casa que conocía y, además, el sistema táctico del cuadro tiburón suele utilizar a un volante de sus características. Ahora, en León, tendrá que acoplarse a la idea de juego de Eduardo Berizo.
En los últimos partidos, el León ha jugado con un 4-3-3 que no utiliza a un volante creativo. Andrés Guardado, reconocido internacional mexicano, era el encargado de distribuir el balón en el sistema que implementó Eduardo Berizo.

James, asimismo, lleva bastante tiempo sin encontrar regularidad en clubes. Antes, en el Sao Pablo de Brasil, rescindió su contrato. En casi dos años jugó sólo 22 partidos, reflejando dos goles y cuatro asistencias. En la 2022-2023, con el Olympiakos griego, participó en 23 encuentros, ofreciendo cinco goles y seis asistencias, unas cifras muy pobres en relación con el sueldo que suele cobrar y el esfuerzo que realizan los equipos para ficharle.
Desde la 2021-2022, cuando militaba en el Al Rayyan de Catar, Rodríguez disputó 68 encuentros en casi cinco años. Ha jugado muy poco y necesita encontrar ritmo de cara al que puede ser su último Mundial.