"Las mujeres saben luchar. Sólo tenían que darnos nuestra oportunidad", declara a AFP Céline Bakayoko, luchadora marfileña de 33 años durante el torneo anual de lucha de la Comunidad Económica de los Estados del África Occidental (CEDEAO), celebrado esta misma semana.
"Para nosotras, la lucha no es un deporte, sino una práctica innata", añade esta luchadora, profesional desde 2019.
La lucha tradicional en África Occidental, practicada principalmente por hombres con físico a veces similar a los de los luchadores de sumo, es un deporte muy popular en toda la región, desde la capital de Senegal a los poblados del desierto de Níger.
"Parece que se lo toman en serio, no están sólo para hacer bulto", dice Yussuff Fashola, de 33 años, que acude como aficionado a ver varios combates.

Aunque su presencia en esto torneo suponga un avance para las practicantes de esta modalidad, a las luchadoras les quedan aún otros logros por alcanzar.
"El desafío es conseguir que otras mujeres vengan al equipo y poder entrenarse con ellas", dice la ghanesa Jocelyn Asante.
Ausencia de los campeones
A la cita faltaron países como Níger, campeón el año pasado, Mali y Burkina Faso, tres naciones dirigidas por regímenes militares y que a comienzos de 2025 abandonaron la CEDEAO, tras varios años de tensas relaciones con la organización.
La ruptura con la CEDEAO fue provocada por el golpe de Estado en Níger, en julio de 2023, con la amenaza del bloque regional de intervenir militarmente y la imposición de duras sanciones económicas a Niamey.
Los tres países se han unido ahora en una confederación, la Alianza de Estados del Sahel (AES).
Durante la ceremonia de apertura del torneo de lucha, los responsables presentes de la CEDEAO destacaron la importancia de mantener una unidad regional ante la decisión de los tres miembros de la AES de no enviar luchadores este año a la prueba.
"El deporte debe unirnos, ¿no?", se pregunta Yussuff Fashola, en medio de los gritos del público al anunciarse la ausencia de Burkina Faso, Níger y Mali.
"Son nuestros amigos", declara Abdullahi Ahmed Libata, antiguo secretario general de la Federación de Deportes Tradicionales de Nigeria, que creció entrenándose para luchar durante la estación seca, cuando los ríos menguan en caudal de agua, dejando en su lugar terrenos arenosos perfectos para organizar combates.