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Álex Márquez convierte el mundial de MotoGP en una reunión familiar

Álex Márquez se lo pone difícil a su hermano Marc
Álex Márquez se lo pone difícil a su hermano MarcLuis ROBAYO / AFP
No es Pecco Bagnaia sino Álex Márquez quien se ha consolidado como el principal rival de su hermano Marc en este inicio de temporada. Aunque todavía no está claro si esto continuará, el piloto de Gresini parece más cerca que nunca de la victoria en MotoGP, después de haber sido Campeón del Mundo de Moto3 y Moto2.

Si no eres tú, es tu hermano: durante unas vueltas en Tailandia y sobre todo en Argentina, Álex Márquez le complicó la vida a su Marc mayor. Mientras que MM93 relanzó su carrera con Gresini antes de unirse a la casa madre esta temporada, el menor de los Márquez se quedó en el equipo satélite y, con su Desmosedici GP24, es actualmente el único piloto que planta cara al hombre que ha igualado el número de victorias de Ángel Nieto.

Eso, en sí mismo, ya es un logro. Porque aunque la comunicación de Ducati intente amortiguar la expectación general, asegurando que el GP de las Américas será diferente a las dos primeras citas, es difícil imaginar a Marc Márquez doblegándose ante la competencia. Ya venció a Francesco Bagnaia y Jorge Martín la temporada pasada con una GP23 cuando los otros dos pilotaban GP24, así que ¿cómo se puede esperar que le venzan con una GP25, aunque se haya mantenido el motor 2024?

Hacerse un nombre

Por otro lado, parece que una cosa ha cambiado definitivamente desde que el no campeón del mundo se unió a su hermano: Gresini ha dado un paso adelante, y ahora le toca a Álex asumir el papel de líder. Aunque es imposible emanciparse de la sombra tutelar de Marc, está claro que Álex ya no es sólo "el hermano de Marc". Ya es una victoria para el hombre que persigue su primer éxito en la categoría reina. "Muchas veces me han preguntado: "¿Cuándo le vas a perder el respeto a Marc? Respetas demasiado a Marc" o cosas por el estilo, explicaba tras el GP de Argentina. Para mí, esa pregunta es una falta de respeto. Sé que es mi hermano y le tendré aún más respeto si le gano. Soy el primero que quiere ganarle y ganarle. Pero soy más realista que nadie porque sé cómo es Marc, conozco sus puntos fuertes y no tengo ningún problema en hablar de ellos".

En efecto, sería inoportuno reprocharle su vínculo con su hermano cuando es el único competidor al principio de la temporada, y además perteneciendo a un equipo satélite. El rendimiento no pasó desapercibido para Marc: "Estoy impresionado por el nivel de Álex. Ha conducido muy suave, muy rápido, manteniendo siempre una buena velocidad de paso. Sé que, cuando esté convencido, es capaz de ganar un campeonato del mundo, como ya hizo en Moto3 y Moto2". Y como el piloto más veterano es un experto en desgaste psicológico y, pase lo que pase, Italia le odia y le odiará siempre desde sus encontronazos con Valentino Rossi, aprovechó para tirar una piedra en el jardín de su compañero Bagnaia: "al final, es mi principal rival para el campeonato".

Texas, ¿la revelación?

Sea como fuere, su Gresini se adapta perfectamente a su estilo de pilotaje, la clave de su exitoso inicio de temporada: "Tengo la sensación de que esta moto me va muy bien, se adapta a mi pilotaje a todos los niveles. Simplemente estoy disfrutando, cada vuelta que doy me divierto, juego con la moto y es realmente genial".

Gigi dall'Igna, manager de Ducati, se ha hecho eco de este análisis y se ha deshecho en elogios hacia la actuación de AM73 en Argentina: "La carrera de Álex, quizás la mejor que ha hecho nunca, merece ser vista. Ha luchado tenazmente por la victoria, no sólo demostrando el talento que tan bien conocemos de él, sino también exhibiendo la madurez de un veterano al mantenerse en el juego hasta el final: el único que hasta ahora ha sido capaz de inquietar a un Marc de granito".

Naturalmente, la etapa en Estados Unidos adquiere una importancia añadida en la curva de progresión de Álex Márquez. Ahora es el rival oficial de su hermano. De momento, quiere rebajar el nivel de presión, asegurando que "Texas será un buen test porque es una pista que quizás no me sea muy favorable comparada con Tailandia o Argentina".

Pero a pesar de estas precauciones, se ha afilado los dientes y lo tiene claro: "Tengo la sensación de que tengo confianza para ser competitivo en todos los circuitos. Habrá que ver hasta qué punto tengo confianza". Pero hay algo que no cambia: su hermano sigue siendo su faro, la referencia indiscutible. "Sigo pensando que tenemos que mejorar un poco con Marc, pero aquí estamos más cerca que en Tailandia, donde él estaba en otro planeta", decía tras su fin de semana casi perfecto en Argentina. Y si sigue así, podría ser algo más que un satélite alrededor de su hermano, sino su rival más cercano.