No defraudó la salida, donde los que partían en posiciones pares, en la zona sucia, sufrieron muchísimo. Especialmente un Verstappen que perdió tres puestos para quedarse noveno y en medio de un tráfico que no le iba nada bien a su Red Bull. A Russell, que salió segundo, le superó también Piastri. El único que mantuvo la compostura de los de delante fue Sainz, cuarto, aunque eso comprometió a Leclerc, que tuvo que levantar el pie del acelerador para evitar el choque y fue adelantado por Hamilton.
Normalizadas las posiciones, hubo que esperar a la cuarta vuelta, ya con el DRS activo, para volver a ver movimientos. Russell intentó devolverle el adelantamiento a Piastri, pero el australiano se defendió con dureza. Además, Norris, muy superior, frenó lo suficiente durante algunas vueltas para que su compañero tuviera DRS y un arma más para evitar el adelantamiento. El Mundial de constructores estaba en juego.
Un grandísimo regalo
Lo inesperado llegó en la última recta, cuando Lando se dejó superar para que Piastri ganase la carrera. Así le devolvió algún favor anterior cuando luchaba por el Mundial de pilotos. Enorme compañerismo.
Por detrás, con Sainz a la espera de algún error ajeno, que no llegó, para subirse al cajón, Leclerc se impuso en la batalla con su futuro compañero, Hamilton, por la quinta plaza. Gran acción del monegasco, que terminó superando a Lewis por el exterior tras varias curvas de lucha encarnizada pero limpia.
Mientras, Verstappen, octavo, se llevó el último punto de la carrera corta, sin opciones de adelantar a Hulkenberg. Alonso, 11º. Peor aún le fue a Checo Pérez, último desde la salida y último en la meta.