Esta semana la Fórmula 1 llega a uno de los circuitos más glamurosos del calendario, también uno de los grandes premios más recientes, el de Miami, el último antes del desembarco en Europa, donde llegará a Emilia-Romagna, Mónaco y Barcelona en mayo, y hemos querido echar un vistazo a la velocidad máxima a la que puede ir un vehículo de fórmula 1 en la actualidad.
Velocidad máxima de un Fórmula 1
Obviamente, la velocidad de los choches de Fórmula 1 ha variado con los años, incrementándose a medida que la tecnología iba proporcionando vehículos más sofisticados. A día de hoy, si se ve un gran premio de F1 en un circuito, apenas se pueden ver manchas de colores yendo a velocidades endiabladas. Y es que actualmente, los coches de la parrilla tienen una velocidad máxima que suele oscilar entre los 338-340 y los 354-355 km/h. En un circuito, obviamente, hay fuertes variaciones de velocidad, dadas las curvas de los trazados, que a menudo sólo tienen un par de rectas largas en las que los coches llegan a sus máximas velocidades, pero la velocidad media de un Fórmula 1 en un gran premio ronda unos impresionantes 250 km/h.
La mayor velocidad jamás registrada en F1
La mayor velocidad jamás vista en Fórmula 1 no es tan reciente como se podría pensar; data de octubre de 2016, en el Gran Premio de México de aquel año. Tampoco la escudería sería de las primeras que vendrían a la cabeza a los acérrimos seguidores de la categoría reina de la velocidad en coches, ya que fue en un Williams, equipo histórico donde los haya pero que hace muchos años que está lejos de la cabeza. Y el piloto tampoco sería de los más destacados de la parrilla, aunque sí es un nombre histórico por su longevidad y trayectoria, el finlandés Valteri Bottas, que llegó a llevar a su coche hasta los 371,4 km/h en los entrenamientos libres del evento azteca. Bottas no es el primer piloto de ningún equipo esta temporada, por primera vez desde su llegada a la categoría en 2013, aunque sí es piloto reserva de Mercedes, escudería en la sumó cinco campeonatos del mundo de constructores consecutivos, 10 victorias en grandes premios y dos subcampeonatos del Mundial de pilotos, en ambos casos sólo por detras de su compañero de equipo de entonces, Lewis Hamilton.
¿De qué depende la velocidad en F1?
Alcanzar esas velocidades depende de muchos elementos que los equipos tienen que tener en cuenta, y todas requieren de inversión, investigación y pruebas. Y es que estas velocidades se consiguen gracias a una combinación de aerodinámica de vanguardia, potentes motores híbridos y lo último también que la tecnología puede ofrecer en materia de neumáticos. Además, todos los reglajes del coche deben ser adaptados a cada piloto y a su estilo de pilotaje, lo que a veces explica la mejor o peor adaptación de un piloto a un coche.
A veces, como en otros deportes, fichajes sonados han acabado siendo fracasos. Uno de los casos más mediáticos en los últimos años fue el de Daniel Ricciardo, que había ganado grandes premios en Red Bull y revitalizado Renault, hasta lograr dos podios, por McLaren. Mucha gente tenía ganas de ver el binomio del australiano con Lando Norris. Pero lo cierto es que Ricciardo nunca cuajó en el coche papaya pese a lograr ganar una carrera en su primer año. La trayectoria de la estrella de Perth nunca se recuperó de ello y regresó al segundo equipo de Red Bull, pero el ascenso de Liam Lawson y su incapacidad para mostrar su mejor nivel acabaron con la presencia de su carismática sonrisa en el 'Gran Circo'.
Los coches de Fórmula 1 han seguido una gran evolución, pero comenzaron siendo más rápidos de lo que muchos piensan; en los 50, ya coches como el T51 de Jack Brabham alcanzaron una velocidad máxima de 290 km/h, y a finales de los 60 el Lotus 49 ya sobrepasó los 320 km/h (322 exactamente).
Aerodinámica
La aerodinámica juega un papel fundamental cuando se trata de lograr velocidad y fiabilidad de los vehículos de F1. El detallado y complejo diseño de los alerones frontales y traseros, así como los bajos, contribuye a producir carga aerodinámica, que conserva el automóvil sujeto a la pista y disminuye al mínimo la resistencia del aire. La carga aerodinámica facilita el incremento de la rapidez en las curvas y la mejora de la solidez y la resistencia aerodinámica es la que los ingenieros intentan reducir.
Los motores de los F1
Los coches de Fórmula 1 actuales llevan motores híbridos turboalimentados, a los que a menudo nos referimos como unidades de potencia, de las cuales cada piloto dispone un número limitado para la temporada, siendo sancionado si usa más de ese límite. Esas unidades tienen un motor de combustión interna V6 con un sistema de recuperación de energía (ERS), que da un impulso adicional gracias a que captura la energía de los gases de escape y frenado. En total, se pueden superar los 1000 caballos de potencia.
Neumáticos
Durante años, cada equipo tenía proveedor de neumáticos y ello podía ser crítico en el rendimiento de un coche. Actualmente, toda la F1 usa neumáticos Pirelli, que los diseña buscando mejorar el agarre y la durabilidad, adaptándose a las diferentes condiciones que se dan en una pista de F1, que incluyen temperaturas a menudo muy altas, pero también gomas con diseños específicos para situaciones de lluvia. Es crucial para las escuderías y para los pilotos no desgastar demasiado ni muy rápido las gomas, que son un elemento clave en el rendimiento de los coches.
Seguridad en la Fórmula 1
La seguridad en la Fórmula 1 ha ido mejorando sensiblemente a lo largo de los años. La F1 sigue siendo un deporte de riesgo, pero se han incrementado las medidas de protección en los circuitos para facilitar el frenado del coche cuando se sale de pista antes de impactar en los muros. Casos como la mediática muerte del gran Ayrton Senna hace más de 30 años, aún recordada hoy, han obligado a la FIA a mejorar las condiciones. El casco, que comenzó a ser obligatorio en los 50, ha evolucionado enormemente y ha pasado de ser de corcho a tener actualmente una carcasa exterior de fibra de carbono con un forro de espuma y otro ignífugo, que pasan estrictas medidas de seguridad para mejorar su resistencia al fuego y a los impactos.
El mono de competición es el principal protector del fuego para el cuerpo de los pilotos. Es ligero y cómodo, y no debe apretar demasiado a los pilotos, que ya están sujetos a grandes temperaturas dentro del coche. Los monos están recubiertos de Nómex y deben resistir temparaturas de hasta 600-800 grados centígrados durante al menos 11 segundos, para garantizar que los pilotos puedan ser asistidos.

Los guantes biométricos también están hechos de Nómex y tiene que ser ignífugos para ofrecer protección a las manos del piloto, al que ofrecen información biométrica de los agarres de silicona de los volantes y también ofrecen información a las asistencias del estado del piloto en caso de accidente.
Las velocidades de la F1 comparadas con otras disciplinas
La Fórmula 1 es de las disciplinas de vehículos de alto rendimiento más rápidas, aunque hay matices. Los vehículos de IndyCars pueden llegar también a unas máximas de 370 km/h, especialmente en sus circuitos uniformes de forma oval, pero llegan a esas velocidades más lentamente que un F1, y también ofrecen peor rendimiento en curvas, especialmente gracias a la carga aerodinámica.
Las motos de MotoGP también tienes velocidades máximas muy elevadas, superiores a 320 km/h, pero también tardan más en llegar a esas velocidades puntas, que igualmente se sitúan por debajo de las de los coches de Fórmula 1, como las de los vehículos de la NASCAR, que no llegan a los 320 km/h.