Xabi Alonso despejó la incógnita de Dani Ceballos en rueda de prensa y, con el mercado de fichajes a priori cerrado para los merengues, quiso centrarse en el encuentro frente a los insulares. El cuadro de la capital sufrió de lo lindo para vencer a su rival hace unos meses, también con el Santiago Bernabéu como escenario, y quería resolver la papeleta con algo más de antelación. Los de Jagoba Arrasate buscaban, probablemente en el lugar más complicado, el ansiado triunfo.
Por desgracia para los morbosos, el siempre caliente duelo entre Vinicius Júnior y Pablo Maffeo no se vio en esta ocasión debido al estado físico y la situación contractual del lateral derecho, que parece tener pie y medio fuera de Son Moix. El brasileño tenía que lidiar con la presencia de un Mateu Morey que vivió una jornada de ensueño la pasada semana, cuando rescató un valioso punto gracias al que de momento es su único gol como profesional tras un calvario de lesiones.

Un pase exquisito de Trent Alexander-Arnold, de los poquitos que lleva en su nueva etapa, habilitó a Kylian Mbappé para el tanto que rompía la igualdad poco después del pitido inicial. El fuera de juego, aunque milimétrico, frustó al delantero francés, al que le anularon otro más tras haber desperdiciado una clarísima ocasión. Pese al dominio de los blancos, el criterio de Sergi Darder daba cierto respiro a los visitantes cuando más necesitaban la bola.
Dos chispazos y cambio de tornas
Recién superado el cuarto de hora, Vedat Muriqi saltó más que nadie y, con la espalda, tradujo un saque de esquina en el 1-0. Golpe inesperado para una afición que siguió animando a sus admirados ídolos, algo imprecisos y espesos. El tiro desde larga distancia de Aurélien Tchouaméni, atrapado en dos tiempos por un Leo Román pitado cada vez que tardaba más de la cuenta en sacar, estiró al Madrid, que ya empezaba a crecer y a adelantar líneas.
La pizarra del técnico donostiarra vale puntos: acción de estrategia en la que Dean Huijsen prolongó en el segundo palo y Arda Güler irrumpió con acierto para alegría del público, que estaba aún celebrando cuando Vinicius Júnior culminó la remontada en una fantástica jugada individual. Recuperación tras pérdida, DRS activado y 2-1. El ex del Flamengo vuelve a ser, con cierta intermitencia, ese jugador que maravilló antaño y que rozó el Balón de Oro hace algo menos de un año.
Un 'hat-trick' muy especial
Si los ánimos estaban ya caldeados por lo anterior, la decisión de Sánchez Martínez de invalidar el segundo chicharro del turco aumentó la tensión. Un muy buen recorte de Franco Mastantuono y una carambola posterior habilitó al talentoso centrocampista, rival de España en el parón de selecciones, pero el previo (e involuntario) toque en su brazo impidió que subiera al marcador. Aunque la norma es bastante discutible, lo cierto es que no deja lugar a dudas en estos casos.
El '10' bermellón siguió haciendo diabluras y obligó a Arnold a lanzarse al verde para frustrar la diana de un Joseph que ya se relamía, como bien le ocurrió después al recién ingresado Samú, cuyo disparo fue milagrosamente rechazado por Carreras. La ventaja era mínima y el cuadro de Arrasate amenazaba más de lo esperado. Motivado por ello o no, Alonso decidió que era momento de hacer sustituciones (Brahim, el primero; luego entraron los dos Danis -Carvajal y Ceballos- junto a Rodrygo).

Muriqi y Valjent pusieron a prueba a un fiable Courtois que rechazó sin más complicaciones. No hubo más disgustos para el Real, que incluso gozó de algún que otro acercamiento prometedor. Militao, eso sí, se vio obligado a frenar a Virgil, canterano del Barcelona, en un intento de contragolpe. Tarjeta amarilla al canto que se suma a la que ya había recibido antes Huijsen. Peajes a pagar que merecen la pena cuando el resultado es positivo.
Jugador Flashscore del partido: Vinicius Júnior.