El portugués, de 40 años, exestrella del Real Madrid y del Manchester United entre otros, no pudo marcar esta vez, pero dio una asistencia en la victoria por 2-1 de su equipo en la semifinales de la Supercopa saudita contra el Al-Ittihad.
"Ronaldo, Ronaldo", resonó el estadio en su entrada al verde, durante una jornada asfixiante y húmeda en el sur de China, donde varios aficionados del Al-Nassr trataron de alcanzar en vano a su ídolo al final del partido.
Una reacción totalmente opuesta a la que provocó Messi en febrero de 2024.
La superestrella argentina y su club estadounidense, el Inter de Miami, provocaron la ira de los espectadores cuando el '10' se quedó en el banquillo en un partido contra una selección local.
El ocho veces vencedor del Balón de Oro justificó una lesión.
Los espectadores habían llegado a pagar 570 euros por asistir al partido y muchos expresaron su descontento por la ausencia del jugador, pero sobre todo por su actitud, ya que no se dirigió al público para disculparse.
Leo Messi y Cristiano Ronaldo, viejos conocidos
Messi tuvo que explicarse para asegurar que su ausencia en el terreno no era debido a "razones políticas" y recordar sus relaciones "muy buenas y estrechas" con China.
Leo y Cristiano se disputan desde hace 15 años el título no oficial de mejor jugador del mundo, si bien el ex del Barcelona parece haber tomado la delantera en los últimos años.
Los dos siguen siendo populares en el crepúsculo de sus carreras, con aficionados que llegan a acampar delante del hotel del exmadridista en Hong Kong para verlo.
Algunos, incluso, reservaron habitaciones en el hotel, y el mes pasado se le dedicó un museo en la ciudad asiática.
Medios locales informaron esta semana de que CR7 estaba "emocionado" tras ser informado del interés local que provoca, especialmente por parte de los aficionados más jóvenes.
"Eso significa más para mí que cualquier trofeo", habría declarado según las declaraciones mencionadas.