"Volvía de una pausa para orinar y me enteré de que Jonas se había caído. Vino a decirme que su mano estaba probablemente rota, que le dolía mucho y que no podía frenar", explicó Jorgenson en la meta, después de un día en el que el triunfo de etapa fue para el francés Lenny Martinez.
"Me dijo que no podría defender sus opciones en los momentos decisivos y que debía jugar mis propias cartas. Parecía estar sufriendo de verdad", añadió el corredor estadounidense, que empezó el día siendo segundo de la clasificación y que ahora se ve con 22 segundos de ventaja sobre Vingegaard.
El danés, dos veces campeón del Tour de Francia, se cayó en la subida de Treves, a mitad del recorrido, según una fotógrafa de la AFP presente en el lugar. La retransmisión televisiva de la prueba todavía no había comenzado. Después de pasar por el coche médico, regresó al pelotón, con sangre en un labio. En la meta se le vio haciendo gestos de dolor y no fue capaz de quitarse él mismo el guante de la mano izquierda.