El piloto de Aprilia había logrado la pole position en el arranque de la jornada sabatina y, horas después, firmó una gran remontada en el esprint tras haber caído hasta la octava plaza. Su moto era la más rápida de todas y eso le permitió escalar durante las 13 vueltas, con adelantamiento a Fermín Aldeguer cuando apenas quedaban unas curvas para encarar la línea de meta. El rookie compartió podio con otro español: Raúl Fernández.
El ímpetu de Bezzecchi le acabó costando la carrera tanto a él como a Márquez, que andaba con lo suyo cuando fue arrollado por el italiano en una tremenda embestida (el diagnóstico inicial: fractura). Marco se levantó sin problema pese a las impactantes imágénes, pero los gestos del flamante campeón evidenciaban que su brazo y su hombro derechos -ya afectados por operaciones previas- habían sufrido por la tremenda caída. Luego, Joan Mir y Pecco Bagnaia abrazaron el asfalto también.
El gran beneficiado fue Pedro Acosta, quien se situó en la cabeza durante unos minutos, hasta que fue superado por su paisano, que anteriormente había rebasado a Luca Marini. Más atrás se situaba Álex Márquez, único en pie de entre los cuatro primeros clasificados de la general, lo que le dejaba en un contexto ideal para aumentar su renta sobre sus más inmediatos perseguidores. La tercera plaza del corredor de Gresini, marca satélite que vivió una mañana épica, sabe a oro.
Triplete español, doblete murciano
El duelo de tú a tú entre Acosta y Marini favorecía a Aldeguer, quien fue aumentando su ventaja de forma progresiva y disfrutó de una jornada bastante plácida que difícilmente podía imaginar. Tras el varapalo de la prueba exprés, en la que acarició la victoria, pudo resarcirse este domingo con un éxito sin precedentes en su breve recorrido en la categoría reina. Solo un error no forzado, de esos que se dan habitualmente en el tenis, podía cambiar este glorioso desenlace. Y no ocurrió.
Ya en la segunda mitad de la cita, Rins dio la sorpresa con un doble adelantamiento mientras Luca y Raúl se daban un breve piquito, lo que puso en peligro la continuidad de ambos, y luego siguió de dulce al dejar por el camino al Tiburón de Mazarrón, incansable en Mandalika. La alegría fue efímera para Álex, que al final se quedó muy lejos de un podio plenamente español y con doblete murciano, algo que quizá no vuelva a repetirse.