El combate será la revancha de un polémico "golpe bajo" que tuvo lugar en agosto de 2023 en Breslavia (Polonia) y que Usyk ganó después de que se le permitiera recuperarse de lo que el árbitro consideró un golpe por debajo del cinturón.
Desde entonces, el británico Dubois ha adquirido el cinturón de la FIB que dejó vacante el ucraniano, que aún posee las versiones del CMB, la AMB y la OMB, tras vencer a Tyson Fury por el título indiscutible en mayo del año pasado.
"Estoy listo ahora mismo", declaró Usyk, de 38 años y aún invicto, en una rueda de prensa celebrada el martes en el estadio.
El entrenador rival, Don Charles, opinó que el ucraniano merecía un Oscar de interpretación por su actuación en Polonia.
"Estafaste al árbitro, nos estafaste a nosotros, estafaste al mundo del boxeo", dijo Charles después de que el bando de Usyk acusara a Dubois de pelear sucio aquella noche.
Oleksandr, sonriente, dijo lo siguiente: "Debes enseñar a tu boxeador a pegar limpio".
"Es sólo hablar. Para mí no tiene importancia. Es mi camino. Blablablá. Respeto a todos mis oponentes", señaló.
El promotor del ucraniano, Alex Krassyuk, dijo que su hombre seguía teniendo hambre. "Se verá una versión de Usyk que nunca se ha visto antes. No más controversias, no más signos de interrogación", expresó.
Su representante, Egis Klimas, declaró tras la publicación de las fotografías del golpe, en las que el equipo de Usyk acusaba a Dubois de haberle propinado hasta 20 golpes bajos y que no se podía acusar al campeón ucraniano de hacer trampas.
"No llamen tramposo a mi hombre", dijo. "No hizo trampas. Tuvo la oportunidad de descansar y descansó... díselo al árbitro, no a mi hombre", comentó Klimas.
El promotor Frank Warren dijo que aquel primer combate era historia y que en julio, la primera vez que se disputa un combate por el título indiscutible de los cuatro cinturones de los pesos pesados en suelo británico, se pondrían las cosas en su sitio.
Dubois prometió que se tomaría la revancha: "Estoy impaciente por dormirle", declaró el púgil de 27 años.
"Ahora estoy que ardo. Estoy hecho polvo. Estoy listo. Va a ser un baño de sangre... en el cuadrilátero, esa noche, bailará como un loco cuando le golpee", continuó Daniel.
"No nos importan los golpes al cuerpo. Vamos a noquearle el 19 de julio", concluyó.