Será el más difícil todavía, pero de peores han salido las chicas de Ambros García, que por algo se ganaron hace años ya el calificativo de 'Las Guerreras'. Ante las islandesas también tenían una final porque todo lo que no fuera ganar las dejaba ya sin opciones de seguir adelante y colarse entre las ocho mejores del Europeo. Y consiguieron el triunfo con una soberbia segunda mitad.
La primera, que acabó con un igualado 13-14, vio constantes alternativas en el marcador. Las españolas comenzaron con muchos nervios, piernas pesadas y nula capacidad ofensiva, que las hizo estar varios minutos sin marcar. En días como esos, lo único que se puede hacer es, al menos, no perder la compostura y apretar en defensa con intensidad innegociable. Y eso hicieron. Desde atrás, con las paradas de Lucía Prades y con contragolpes, empezaron a ganar confianza, a sumar tantos bajo el liderazgo ofensivo de Lyndie Tchaptchet.
Un bache y una remontada
El descanso frenó el ímpetu guerrero e hizo temer lo peor con el 3-0 de salida de las nórdicas y la incapacidad para reducir esa distancia (19-16, min. 40). Pero ahí es cuando se produjo el punto de inflexión que cambió el rumbo del partido. Apretaron las tuercas en defensa y dejaron durante más de ocho minutos sin anotar al rival, tiempo en el que remontaron (19-23, min. 48). Y después de que Lucía Prades dejara que Islandia anotara por fin un tanto, enseguida volvió a cerrar su portería con un candado, dando oportunidades a sus compañeros para que ampliasen la renta ya de modo definitivo (20-29, min. 55).
Al final, ya se dejaron ir pensando en ese duelo ante la anfitriona, una Alemania que ha ganado todos sus partidos, pero que no se juega nada el sábado.
