El alero de 35 años, que ha participado en nueve ocasiones en el Partido de las Estrellas -la gala anual de mitad de temporada entre los mejores jugadores de la liga-, llegó a Filadelfia el pasado verano, tras haber jugado sucesivamente en los Indiana Pacers, Oklahoma City Thunder y Los Ángeles Clippers desde su debut en la NBA en 2010.
En su primera temporada con los 76ers, lastrado por las lesiones de rodilla y aductores que le mantuvieron de baja desde mediados de marzo, promedió 16,2 puntos, 5,3 rebotes y 4,3 asistencias por partido en 41 encuentros disputados.