Panathinaikos-Baskonia
El Baskonia visitó el infierno griego tras resarcirse de la dramática derrota ante la Virtus Bolonia y en busca de seguir con su racha ganadora. Primero el Granada y después el Maccabi fueron las víctimas de los vascos. Vencer a los vigentes campeones de la Euroliga no solo hubiese servido para mejorar en la clasificación, sino que también podría haber servido como punto de inflexión.
Los griegos no estaban consiguiendo demostrar la solvencia del curso anterior. Sin embargo, llegaron al encuentro contra los vitorianos tras dos victorias consecutivas y metidos de lleno en la lucha por los playoffs.
Sangría sin contemplaciones
Juancho abrió la primera herida y desde ese momento la sangre no dejó de correr durante todo el primer cuarto. Los baskonistas no supieron que hacer en ningún momento ante el séptimo de caballería de Ataman. De hecho, el daño pudo haber sido mayor si Moneke hubiese tenido que retirarse de la pista tras una peligrosa torcedura de tobillo.
Pero lo del nigeriano quedó en anécdota cuando el batallón local desplegó todas sus armas. Tan solo con la puntuación de Nunn, que metió 14 en solo 10 minutos, habría superado la anotación de los de Laso. Por desgracia para los visitantes, Lessort, Juancho o Kalaitzakis también estuvieron finos y la paliza fue grandilocuente.
El orgullo de los que hoy vestían de blanco comenzó a estar dañado y en el inicio del segundo capítulo de esta historia mostraron cierta rebeldía. En un alarde de coraje visitante la ventaja decreció a 13, resultado aceptable tal y como se estaban desenvolviendo los actos.
De nuevo apareció el malo de la película. Nunn, empeñado en salir del pabellón con más de 30 puntos en su cuenta particular, clavó un triplazo en los últimos segundos para poner más distancia de por medio.
El baloncesto quedó en un segundo plano
Juancho volvió a empezar de cine, pero fue opacado por el silencio que inundó la cancha del Panathinaikos tras los gritos de dolor de Lessort. Las lágrimas de los aficionados locales y los jugadores de ambos equipos por la gravedad de la lesión del francés enrarecieron un ambiente que estaba siendo festivo para los de Ataman.
En la retrasmisión dejaron caer que el pívot podía sufrir una rotura de peroné. El drama enfrió totalmente el partido dejando el baloncesto en un segundo plano.
La mínima ventaja que pudo recortar en el segundo cuarto el Baskonia la perdió en el tercero. Lorenzo Brown apareció en el duelo y los últimos 10 minutos fueron un trámite.
Miradas perdidas en ambos banquillos minutos después del incidente consiguieron el papel protagonista. Una de las más duras fue la de Juancho, al que se le vio claramente compungido por la situación.
Lorenzo Brown sacó las garras haciéndose con el equipo en los últimos minutos y encendiendo a la gente aún imapactada por lo sucedido. El Baskonia fue una marioneta en manos del gigante griego.
Los mejores en el equipo local fueron: Nunn, que anotó 26 puntos, dio nueve asistencias y consiguió un 28 de valoración y Lorenzo, que consiguió 18 unidades tras una excelsa segunda mitad.
En el Baskonia, el jugador que más destacó fue Moneke, que consiguió un 26 de valoración gracias a sus 16 puntos.