Laura Nicholls es la protagonista de una historia con tintes románticos y nostálgicos. A finales del siglo pasado, cuando era una niña, renunció a su sueño de jugar al balonmano y se abrió camino en el baloncesto; una decisión también condicionada por la inexistencia de un equipo femenino de ese primer deporte en Camargo.
Nunca podrá saber qué hubiera sido de ella si hubiera insistido en la otra opción, aunque lo cierto es que no le salió nada mal la jugada: sumó nueve medallas con la camiseta de España (mención especial a una plata olímpica y tres oros europeos) y disfrutó de una profílica carrera a nivel de clubes.
La jugadora de 35 años competirá en la División de Honor Oro femenina, la categoría de plata, y defenderá los colores del Uneatlantico Pereda. "Hay espinas que se quedan clavadas dentro y siempre intentas sacarlas", exponen los santanderinos a través de un comunicado en el que se muestran "encantados" con su llegada.
"No tiene por qué ser un adiós definitivo, pero situaciones personales no me permitirían acudir a la llamada de la selección con la concentración y energía necesarias para afrontar unas citas tan exigentes como las del próximo verano", comentó Nicholls allá por 2021, cuando empezaba a dar pasos hacia la retirada.