Había muchas ganas entre los miles de marroquíes y chilenos que viven en la Ciudad Condal por ver a sus respectivas selecciones en el estadio del Espanyol. Pero esa emoción les pudo, especialmente a cientos de seguidores de Marruecos que no respetaron las normas.
Antes del encuentro hubo problemas en los accesos porque multitud de seguidores se saltaron todas las medidas de seguridad y accedieron, lógicamente sin entrada, a las instalaciones.
No contentos con ello, a la finalización del partido, con la alegría del triunfo por 2-0 ante Chile, se produjo una invasión de campo que dejó el césped maltrecho y con imágenes vergonzosas como la de aficionados subidos en las porterías.