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América, tricampeón del fútbol mexicano

El América festeja su título
El América festeja su títuloPhoto by Julio Cesar AGUILAR / AFP
Una dolorosa derrota en 2023 provocó cambios estructurales y definitivos en el América. Nadie, ni el más optimista aficionado de las Águilas, imaginaba que ese caos generado iba a provocar una de las épocas más gloriosas de su historia.

"El aleteo de las alas de una mariposa puede sentirse al otro lado del mundo", dice un proverbio chino que popularizó al efecto mariposa, parte de la teoría del caos, que habla sobre cómo pequeñas acciones pueden tener consecuencias impredecibles y de gran alcance. 

Existen varios casos para ejemplificar este efecto: una semilla que el aire lleva hasta caer en un lugar en el que más tarde habrá un árbol, la extinción de una especie que termina afectando a tantas otras y el tricampeonato del América, el primero en la historia de los torneos cortos en México. 

Una dolorosa derrota que lo cambió todo

El 21 de mayo de 2023 se vivió una nueva edición del Clásico de México cuando Chivas visitó al América para el partido de vuelta de las semifinales del torneo Clausura de ese año, luego de la victoria de las Águilas 0-1 en Guadalajara días antes. 

Con todos los pronósticos en contra, con una plantilla de mucha menor jerarquía y con un marcador que remontar, Chivas sacó el pundonor que su historia le exige y planteó un partido inteligente y dinámico que pronto emparejó el marcador, ante un repleto Estadio Azteca expectante. 

Todo cambió en el minuto 64, cuando el español Álvaro Fidalgo, canterano del Real Madrid y ya uno de los mejores jugadores extranjeros que han llegado a México, se fue expulsado. Esa pequeña acción movilizó todo el aparato de Chivas que se entregó al empuje emocional de su gente. 

Faltando dos minutos para el final, el rojiblanco Jesús Orozco Chiquete, tal vez el mejor central joven del país, se apareció en el área rival con nada que perder para anotar un gol que dinamitó el partido y la serie. La cara de Fernando Ortiz, entrenador del América, era un velorio. Nadie imaginó que ese tanto de Orozco, que hizo feliz a toda la gente del Guadalajara, iba a desatar un efecto mariposa sin precedentes y digno de contar. 

La teoría del caos americanista

En la filosofía del América está prohibido, por sobre todas las cosas, perder contra el Guadalajara. No importa si es un amistoso intrascendente o un partido a beneficencia. Perder contra Chivas duele, hiere y molesta al americanismo. Hacerlo en unas semifinales del campeonato, por medio de una remontada y como local, provocó una tormenta de aletos de mariposas que arrasó con todo. 

Tan solo tres semanas después de quedar eliminado, los vientos huracanados del descalabro comenzaron a mostrar sus consecuencias. Para los americanistas, junio de 2023 quedará marcado para siempre como el mes más preponderante de su historia moderna. En tan solo ocho días, una simple semana, el club de Coapa anunció a tres nombres que redefinirían el futuro inmediato: el 13 se hizo oficial el traspaso desde Pachuca del lateral Kevin Álvarez, uno de los jóvenes más codiciados de la liga; el 16 la contratación del entrenador brasileño André Jardine llegado del Atlético San Luis y el 21 el fichaje de Julián Quiñones, quien era el mejor jugador de la liga en ese momento, tras un bicampeonato con Atlas.

Esas contrataciones, aunado al buen plantel que América había construido temporadas antes, terminaron por edificar un equipo de época construido desde la mente del brasileño que llegó a México para ser técnico del Atlético San Luis, luego de conseguir la medalla de oro con Brasil en los Juegos Olímpicos de Tokio, pero sobre todo tras un camino labrado en el entendimiento que en el fútbol los limites y los fundamentalismos ahogan.

Un técnico y jugadores de época

Nacido en 1979 en Rio Grande do Soul, Brasil, Jardine se ha convertido en poco tiempo en un referente más de la lista de ilustres entrenadores que llegan a la profesión sin haber pisado una cancha como futbolista profesional. Graduado como profesor de Educación Física, se especializó en divisiones inferiores del Internacional de Porto Alegre, club en el que recorrió todas las categorías y hasta llegó a tener un paso fugaz como entrenador interino del primer equipo. 

Tras pasos posteriores por categorías inferiores en el Gremio y en el Sao Paulo, donde fue entrenador del primer equipo durante unos meses, la vida de Jardine cambió para siempre en 2019, cuando se hizo cargo de la selección brasileña sub-20 y luego de la escuadra olímpica con la que ganaría el oro olímpico. 

En su camino a esa presea dorada, Jardine eliminó a México y llamó la atención de los directivos de la Liga MX. En 2022, el brasileño se convirtió en entrenador del Atlético San Luis, un equipo pequeño de la liga en el que comenzó a desarrollar una idea de juego agresiva sin ataduras. 

Esa libertad de Jardine, despojado de filosofías atrincheradas que otros entrenadores profesan a rajatabla, ha transformado la liga y edificado desde su prodigiosa menta un equipo que quedará para siempre en los libros del fútbol mexicano con un tricampeonato –con ciertas polémicas arbitrales— que ha puesto en la luna a sus aficionados. 

A la par de Jardine están jugadores de época con rasgos de buen juego como Álvaro Fidalgo, uno de esos futbolistas por los que vale la pena pagar una entrada para verlo jugar, uno de esos futbolistas por los que un niño decide que quiere ser profesional. Ligero, rápido de pies y mente, el español ha creado un medio campo con Alejandro Zendejas, el mexicoestadounidense con una visión total para jugar como nadie entre líneas defensivas. 

Aunado a ellos está Henry Martin. El mejor delantero mexicano en la actualidad ha tenido la mala suerte de toparse con una época oscura de la selección donde no ha podido explotar tanto como en su club. En el podio de un equipo para el recuerdo también figura Luis Malagón, el arquero heredero de Ochoa en el Tri y baluarte de un equipo que si tiene que defender y salir a la contra lo hace confiando en sus capacidades y en su guardameta. 

Pero, aunque tres campeonatos seguidos pudieran ser suficientes para muchos mortales, Jardine está convencido que sólo es el inicio. Con una escuadra joven, talentosa y hambrienta, el brasileño sabe que tiene ante sí la posibilidad de seguir dejando huella. Y los jugadores, convencidos de la palabra de su entrenador, están dispuestos a seguir cosechando gloria. 

Este domingo 15 de diciembre de 2024, en la cancha de Rayados de Monterrey, el Club América dejó clara su intención de seguir disfrutando de lo que ocurre del otro lado del mundo después del aleteo de una mariposa, ese que en 2023 desató un caos glorioso y único en la historia reciente del fútbol mexicano.