"La recuperación del cuerpo de Laura es posible, pero implica riesgos increíbles, tanto a pie como en helicóptero", declaró a la AFP un miembro del equipo de rescate, el estadounidense Jackson Marvell.
Añadió que ahora sería una "falta de respeto" intentar recuperar su cuerpo, ya que iba en contra de sus deseos.
"Decidimos que se quedara (donde está), porque ése era su deseo", declaró a la prensa el alpinista alemán Thomas Huber, que participó en las operaciones de rescate.
La excampeona "había dejado claro por escrito que, en una situación así, nadie debía arriesgar su vida para rescatarla", indicó su agencia, que añadió que sus familiares "seguirán vigilando la situación (...) y se reservan el derecho de organizar" un intento de recuperación "en una fecha posterior".
Puso fin a su carrera en 2019, con solo 25 años
La siete veces campeona del mundo y dos veces campeona olímpica de biatlón, de 31 años, sufrió un desprendimiento de rocas a 5.700 metros de altitud cuando intentaba escalar por parejas el pico Laila, una montaña de la cordillera del Karakórum, en el norte de Pakistán.
"Vi a Laura golpeada por una enorme roca y luego lanzada contra la pared. No se la ha vuelto a ver", declaró a la prensa su compañera de cordada Marina Krauss.
Los servicios de rescate creen que la campeona "murió instantáneamente" el lunes 28 de julio, basándose en "observaciones hechas durante el sobrevuelo" de la zona en helicóptero y en "el informe de la compañera de cuerda", según la agencia de la víctima.
Reina de los Mundiales de Biatlón de Hochfilzen en 2017, con cinco títulos y una plata en seis pruebas, Laura Dahlmeier llegó a ganar el oro en sprint y persecución, así como el bronce en la prueba individual, en los Juegos Olímpicos de Pyongyang en 2018.